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Aventúrate campo a través con neumáticos BFGoodrich

¿Tienes ganas de aventura con tu 4x4? Descubre algunos consejos útiles para sacar el máximo partido a tu vehículo.

CONDUCCIÓN TODOTERRENO EN GENERAL

Si vas a conducir con tracción en las cuatro ruedas, necesitarás la seguridad, la fiabilidad y el rendimiento de unos buenos neumáticos 4x4. Los neumáticos 4x4 de BFGoodrich han cosechado más de 20 triunfos en la carrera SCORE Baja 1000 y un total de 70 títulos en la SCORE Desert Race, de modo que no exageramos cuando decimos que sabemos algo de neumáticos todoterreno.

En España, la conducción todoterreno puede ser divertida —sobre todo si es deliberada— pero también puede ser peligrosa debido a las extensas zonas salvajes y a las condiciones de clima extremas de nuestro país.

La conducción todoterreno es de ase muy distinta a la normal, por lo que en neumáticos BFGoodrich España te recomendamos que entiendas las técnicas básicas o que visites una escuela de conducir 4x4 para que no te atasques en situaciones complicadas.

CONDUCCIÓN SOBRE ARENA

En España gozamos de un buen número de playas y terrenos arenosos. Conducir largas distancias sobre arena puede convertirse en una trampa para incautos e inexpertos. Si lo haces bien, llegarás a las vistas, los acantilados, los lagos y los lugares de pesca que los conductores de coches convencionales y la mayoría de los españoles nunca ven.

Una clave para conducir sobre este tipo de terreno es mantener la velocidad constante para que los neumáticos rueden sobre la superficie de la arena en lugar de hundirse en ella. Sobre arena más suave, procura mantener el equilibrio entre la aceleración y el avance para evitar que tus neumáticos se hundan, pero no pises el acelerador hasta el punto en que la tracción de la rueda cave su propia fosa.

Evita los movimientos violentos y los volantazos, pues el vehículo no responderá. Más bien, avanza despacio como si condujeras por una carretera mojada.

Un vehículo 4x4 tiene tendencia a volcar debido a su elevado centro de gravedad, y los neumáticos pueden hincarse en la arena con violencia, haciendo que el vehículo tropiece y vuelque. Se recomienda trazar arcos muy anchos y con tiempo suficiente antes de llegar a la curva u obstáculo. Si no vas por un camino ya hecho, necesitarás aplicar más potencia para no quedarte atascado.

En neumáticos BFGoodrich España, te recomendamos que lleves un buen manómetro y bajes la presión de tus neumáticos a intervalos de 5 psi hasta alcanzar la pisada óptima en la arena sobre la que conduces. Te aconsejamos no bajar la presión de tus neumáticos a menos de 20 psi. Al reducir la presión de los neumáticos, estás aumentando su pisada sobre la arena, y por tanto el área de contacto entre el vehículo y la superficie.

No vuelvas a la estación de servicio para volver a inflar tus neumáticos. Si no tienes un compresor de aire, te recomendamos que conduzcas muy despacio y durante distancias no muy largas para no recalentar los neumáticos. A 20 psi, no conviene que vayas a más de 25 km/h.

Consejos para conducción sobre arena:

  1. Consulta las horas de las mareas y conduce durante la marea baja si vas a conducir por la playa.
  2. La velocidad constante es tu mejor amiga sobre la arena.
  3. Para determinar la presión de tus neumáticos, no te bases en suposiciones y utiliza un buen manómetro.
  4. Desinfla tus neumáticos a intervalos de 5 psi para aumentar su pisada hasta que alcances la tracción óptima.
  5. No aceleres, gires el volante ni frenes de manera brusca.
  6. Si las ruedas empiezan a patinar, suelta un poco el acelerador para que se ralenticen y recuperen la tracción.
  7. No sigas a otros vehículos demasiado cerca.

CONDUCCIÓN CUESTA ARRIBA Y SOBRE TERRENO INCLINADO

Conducir cuesta arriba y sobre terrenos inclinados es una de las actividades más excitantes y peligrosas que puedes acometer con tu 4x4. Excitante porque es una aventura y estás explorando tus límites, y peligrosa porque existe el riesgo de rodar con tu vehículo, y por «rodar» queremos decir «rodar hasta abajo».

Ascensión cuesta arriba: antes de aumentar las revoluciones del motor y emprender la subida, es aconsejable salir del vehículo y hacer un poco de ejercicio reconociendo el terreno de antemano para asegurarse de que no hay obstáculos por el camino y de que hay una forma fácil de salir al llegar arriba. Un acantilado sorpresa en la cumbre puede arruinar el día. Utiliza una marcha suficientemente alta: si la marcha es demasiado baja, los neumáticos patinarán; si es demasiado alta, perderás potencia. Te aconsejamos empezar metiendo segunda, con una relación de caja baja, y acelerar brevemente para ganar impulso. Trata de medir bien el impulso para ascender por la cuesta a paso de caminante, nunca más rápido. No cambies de marcha ni de dirección una vez que hayas emprendido el ascenso, y prepárate para perder visibilidad, porque puede que el cielo sea todo lo que veas a través de tu parabrisas si la pendiente es pronunciada: por eso tienes que comprobar de antemano que no haya ningún acantilado sorpresa al final de la cuesta.
 

Consejos para conducir cuesta arriba y sobre terrenos inclinados:

  1. Acomete la cuesta en línea recta, para que el peso se distribuya equitativamente y haya tracción en las cuatro ruedas.
  2. Utiliza la marcha más alta que el vehículo soporte cómodamente en la colina. Si la marcha es demasiado baja, los neumáticos patinarán. Si es demasiado alta, no tendrás la potencia suficiente.
  3. Estate siempre preparado/a para un ascenso fallido, y ten un plan de escape.

¿Qué hacer si no puedes subir? No te inquietes si no logras subir la primera vez, esto suele pasar tanto a los novatos como a los conductores expertos. No obstante, si no logras subir, es muy importante saber cómo bajar de manera segura. No es difícil, pero esa maniobra está rodeada de peligros.

Peligros de no lograr subir: si pierdes el control de tu vehículo en una cuesta empinada y empiezas a ir hacia atrás y hacia abajo, tu primera reacción será pisar el embrague para evitar que el motor se cale: no hagas eso. Si pisas el embrague, perderás la tracción delantera y —lo que es peor— contribuirás a que la fuerza de la gravedad arrastre tu vehículo hacia abajo a más velocidad.

Una vez que has empezado a rodar hacia atrás, si no estás pisando el embrague, tu siguiente reacción automática será pisar el pedal de freno. En una cuesta inclinada, esto tampoco te ayudará. El movimiento hacia atrás hará que tu vehículo resbale, pero si las ruedas no giran porque estás frenando, perderás el control de la dirección.

Estás rodando cuesta abajo y no puedes pisar ni el embrague ni el freno. Has llegado al momento de la verdad en la cuesta que estás tratando de subir y te has dado cuenta de que no tienes el impulso suficiente para llegar arriba... En lugar de saltar del coche, he aquí lo que puedes hacer para controlar el vehículo.

Técnica de inmovilización (vehículos de cambio de marcha manual):

  1. No toques el embrague: esto es más difícil de lo que piensas.
  2. Cuando el motor esté calándose, pisa el pedal de freno despacio y suave. 
  3. Tira del freno de mano. Así tendrás tres elementos mecánicos que evitarán que ruedes hacia abajo: la marcha metida, el pedal de freno pisado y el freno de mano anclado.
  4. Si alguien puede bajar del coche para guiarte en tu recorrido hacia atrás, genial; pero tú no te bajes del coche, porque entonces tendrías que soltar el pedal de freno.
  5. Vuelve a poner el pie suavemente sobre el pedal de embrague.
  6. Mete la marcha atrás y activa la reductora.
  7. Quita despacio el pie del pedal de embrague.
  8. Con el pie aún en el pedal de freno, suelta despacio el freno de mano.
  9. Con cuidado y despacio, quita el pie del freno.
  10. Con la marcha atrás metida y el motor apagado, el vehículo debería haberse detenido.
  11. Vuelve a poner en marcha el motor con el pie fuera del embrague para que la capacidad de frenada del motor te ayude en el descenso.

Ahora ya deberías ir avanzando cuesta abajo, pero trata de no tocar ni el acelerador ni el freno. Si la cuesta es empinada, puede que tengas que tocar ligeramente el pedal de freno, pero esto es arriesgado porque podrías trabar las ruedas y desencadenar un deslizamiento. Una vez hayas llegado abajo del todo, haz otro intento, pero prueba un camino distinto. Si lo que hiciste no funcionó la primera vez, probablemente no funcionará la segunda, de modo que prueba una ruta distinta, cambia la presión de tus neumáticos o transporta a pie parte de la carga hasta arriba. 

Técnica de inmovilización para quienes dispongan de sofisticadas transmisiones automáticas. He aquí lo que hay que hacer si te quedas atascado/a en una cuesta arriba: 

  1. Pisa el pedal de freno.
  2. Ancla el freno de mano.
  3. Si el motor se ha calado, pon la marcha en la posición de «Park» (estacionamiento). Ahora tienes activados tres elementos mecánicos que impiden que ruedes cuesta abajo: La marcha en la posición de «Park» (estacionamiento), el pedal de freno y el freno de mano.
  4. Si alguien puede bajar del coche para guiarte en tu recorrido hacia atrás, genial; pero tú no te bajes del coche, porque entonces tendrías que soltar el pedal de freno.
  5. Si el motor se ha calado, necesitas volver a encenderlo.
  6. Pon la marcha en la posición «Neutral».
  7. Activa la reductora.
  8. Mete la marcha atrás.
  9. Con el pie pisando el pedal de freno, suelta con cuidado el freno de mano.
  10. Suelta despacio el pedal de freno para emprender el descenso controlado.

Ahora ya deberías ir avanzando cuesta abajo, pero trata de no tocar ni el acelerador ni el freno. Si la cuesta es empinada, puede que tengas que tocar ligeramente el pedal de freno, pero esto es arriesgado porque podrías trabar las ruedas y desencadenar un deslizamiento. Una vez hayas llegado abajo del todo, haz otro intento, pero prueba un camino distinto. Si lo que hiciste no funcionó la primera vez, probablemente no funcionará la segunda, de modo que prueba una ruta distinta, cambia la presión de tus neumáticos o transporta a pie parte de la carga hasta arriba.

Presión de los neumáticos para el ascenso cuesta arriba: para coronar la cima, necesitarás toda la tracción posible que tengas, y para conseguirla quizá tengas que reducir la presión de los neumáticos antes de emprender el ascenso. No hay una presión de neumáticos recomendada para ello, pues los distintos terrenos requerirán distintas presiones, pero recuerda que no quieres acabar con la rueda pinchada a mitad de camino, de modo que no te pases al desinflar los neumáticos.

Descenso de cuestas empinadas: bajar una pendiente en un 4x4 es mucho más fácil que subirla; para empezar, tienes mejor orientación y visibilidad que cuesta arriba, y además tienes la gravedad de tu parte. Sin embargo, la gravedad no siempre es algo bueno si el gradiente es demasiado inclinado; por eso, al igual que en la conducción cuesta arriba, retener la tracción será la clave para un buen descenso.

Consejos para el descenso de cuestas empinadas:

  1. Echa un vistazo al camino y recórrelo a pie de antemano. Si no puedes bajarlo a pie, lo más probable es que tampoco puedas bajarlo en coche.
  2. Ten preparado un plan B: si pierdes el control del vehículo o la cuesta se pone demasiado empinada para tu gusto, necesitas pensar en un plan de contingencia antes del descenso. Recuerda que eso puede implicar dar marcha atrás en una cuesta inclinada, de modo que elige el descenso con cuidado.
  3. Presión de los neumáticos: al igual que en el ascenso, vas a necesitar toda la tracción posible que dispongas. No hay una presión de neumáticos óptima para ello, pues los distintos terrenos requerirán distintas presiones, de modo que no te pases al desinflar los neumáticos. 
  4. Determina la mejor ruta para el descenso del vehículo; normalmente un camino ya hecho que alguien haya usado antes es una buena opción. 
  5. Utiliza la reductora; de lo contrario, el coche se te irá de las manos.
  6. Mete primera: una combinación de reductora y primera marcha permitirá que la capacidad de frenado del motor controle el descenso.

¿Qué haces si ves que no vas a poder llegar hasta abajo sin peligro? Si decides que ya no es seguro continuar el descenso, tendrás que detener el vehículo de manera segura y echar marcha atrás. Suponiendo que hayas tomado las precauciones adecuadas y usado la técnica recomendada anteriormente, no deberías ir muy deprisa.

Recuperación desde una cuesta abajo empinada:

  1. Pisa suavemente el pedal de freno, no des un frenazo, porque corres el riesgo de trabar las ruedas y perder el control.
  2. Una vez que has logrado detener el vehículo, tira del freno de mano y mete la marcha atrás.
  3. Avanza hacia atrás por donde has venido.

CONDUCCIÓN POR PENDIENTES O CUESTAS EMPINADAS

Según los expertos, esta es la maniobra más difícil en la conducción 4x4. Nuestra primera recomendación sobre este tema es muy sencilla: evítalo siempre que puedas. No obstante, si decides que necesitas atravesar una pendiente o cuesta empinada, deberás hacerlo lo más despacio posible.

  1. Presiones de los neumáticos: asegúrate de que tienes los neumáticos bien inflados (conforme a la presión de carretera); si no están bien inflados, se saldrán de las llantas.
  2. Pon el coche en primera con reductora sin bloquear el diferencial.
  3. Conduce lo más despacio posible por la cuesta, y si sientes que el coche empieza a patinar, gira el volante de inmediato en la dirección de la pendiente.

Precaución: ¿Recuerdas que tu vehículo 4x4 tiene un centro de gravedad elevado? Conducir por pendientes empinadas de costado aumenta dramáticamente la probabilidad de perder tracción. Si pierdes tracción, el coche empezará a deslizarse de costado y probablemente vuelque... De modo que trata de evitar conducir por pendientes en la medida de lo posible.

CONDUCCIÓN POR BARRO Y ATOLLADEROS

Oh, barro, gloria de barro: si lo haces bien, te divertirás como nunca en tu 4x4. Si lo haces mal, el coche y tú acabaréis embarrados hasta las cejas.

Tener los neumáticos apropiados para barro es vital en esta aplicación, pues la idea consiste en aprovechar todo el peso del vehículo para propulsar los neumáticos por el barro intentando que se agarren al suelo firme que hay debajo.

Presión de los neumáticos: no hay una presión de neumáticos óptima para esta circunstancia, pues cada situación y terreno requerirán una presión diferente. Pero recuerda, si la presión es demasiado baja, el peso del vehículo se distribuirá demasiado y por lo tanto no generará la máxima tracción. Si la presión es demasiado alta, no conseguirás el agarre necesario para atravesar el barro. Una regla general es no desinflar los neumáticos por debajo de los 20 psi y no ir más rápido de 20 km/h.

Consejos para conducir por el barro:

  1. Asegúrate de que tienes un cabrestante en el vehículo por si acaso te quedas atascado/a.
  2. Comprueba la ruta en primer lugar y en particular la profundidad del barro: si el atolladero es más hondo que la distancia de los ejes de tu vehículo al suelo, te quedarás atascado/a.
  3. Acomete el barro en 4x4 y marcha corta, y recuerda ganar algo de impulso y prepararte para la desaceleración repentina al entrar en contacto con el agua y el barro.
  4. Mantén un ritmo de avance constante por todo el recorrido y vete por las partes más elevadas del camino en la medida de lo posible.
  5. Si te atascas, balancea el vehículo alternando suavemente entre la primera marcha y la marcha atrás, o haz que las ruedas patinen un poco para limpiar la banda de rodadura y restablecer la tracción.
  6. Si te entran dudas, sal marcha atrás antes de que sea demasiado tarde.

PASO POR ENCIMA DE ROCAS, TRONCOS, CUNETAS Y MONTÍCULOS

Las modificaciones que hagas —o vayas a hacer— en tu vehículo son muy importantes a la hora de superar este tipo de obstáculos. Una buena altura del vehículo te permitirá superar rocas, troncos y cunetas sin romper componentes frágiles en el bajo del coche. Por otro lado, una buena suspensión mantendrá las ruedas pegadas al suelo.

Consejos para conducir sobre rocas, troncos y cunetas:

  1. Aborda los obstáculos en ángulo, de manera que mientras un neumático los acomete, los otros tres permanecen en contacto con el suelo firme y con tracción.
  2. Para proteger los componentes frágiles en el bajo del vehículo, es mejor superar un obstáculo apoyando un neumático sobre él y pasando suavemente por encima.

*Nota: Si el obstáculo es demasiado grande, el vehículo puede quedar cruzado, es decir, que una rueda delantera y la rueda trasera situada en diagonal se despeguen del suelo y se pierda la tracción.

ATRAVESANDO AGUA

Si tienes miedo al agua, te recomendamos que no pruebes esto, pues nueve de cada diez veces acabarás empapado/a.

Los vehículos 4x4 a menudo pueden pasar por terrenos con agua, y unos podrán hundirse más que otros según la presencia o ausencia de esnórqueles, pero eso depende de la masa de agua que se atraviese, así como de la corriente y el caudal.

Nunca se debe atravesar el agua a todo correr; la clave del éxito consiste en mantener una velocidad constante que cree una leve «ola de proa» por delante del vehículo.

Una vez atravesada la masa de agua, recuerda siempre conducir un trecho con el pie pisando ligeramente el pedal de freno para restablecer la capacidad de frenado.

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